Por: Arq. Gustavo López Padilla
La Universidad Nacional Autónoma de México ha diversificado y enriquecido su presencia nacional, a través de consolidar académicamente varios campus, que se ubican en diversas regiones geográficas a todo lo largo y ancho del país. Una de estas sedes llamada Escuela Nacional de Estudios Superiores, se ubica en la ciudad de León, en el estado de Guanajuato, en el Blvd. UNAM 2011, en el predio del Saucillo y El Potrero, en la comunidad de Los Tepetates, ocupando una extensión de 60 hectáreas. Para mejorar y actualizar las actividades educativas de la carrera de Optometría en esta ENES Léon, fue invitado el equipo conformado por Gustavo López Padilla, Luis Sánchez Renero, Félix Sánchez Aguilar y Fernando Mota Fernández, que constituyen el taller de proyectos Sánchez Arquitectos y Asociados, para desarrollar el proyecto de una Clínica de Optometría que se construyó en el lugar, obra que fue recientemente terminada en una 1ª. etapa, a mediados del mes de agosto del actual año 2023.
El proyecto se ubica el norponiente del conjunto del campus, a un costado de la Torre Académica, entre la Clínica de Fisioterapia y el Laboratorio de Procesos y Métodos y contará en su totalidad con 3034.26 m2. En su inaugurada 1ª. etapa cuenta con 1742.26 m2 construidos.
El programa de proyecto a resolver, estuvo determinado por los requerimientos de carácter educativo, entre los que se establece que los estudiantes se acerquen al conocimiento teórico de la optometría y como parte complementaria de lo anterior, se plantea la necesidad de desarrollar una práctica de este conocimiento, que se realiza haciendo equipo entre maestros y alumnos avanzados, atendiendo real y directamente a pacientes con problemas visuales, que forman parte de la comunidad de los alrededores, constituyendo lo anterior al mismo tiempo aprendizaje y un servicio social comprometido.
El proyecto como tal está constituido por zona de acceso general, tienda para venta de lentes y accesorios, área de espera, incluyendo espacios considerados para niños y zonas para alojar consultorios, con sus variantes necesarias y sitios de apoyo como salas de profesores, farmacia, zona administrativa, site, bodegas, baños, elevador, escaleras y circulaciones en general, esto último dispuesto en dos niveles. Para el proyecto total se contará con 90 consultorios y en su primera etapa se dispone de 43.
Por cuestiones de carácter funcional y operativo, las secuencias entre las etapas constructivas en el conjunto completo de Optometría, se relacionan proyectualmente con la manera de cómo está compuesto el proyecto, a partir de su Plaza de Acceso frontal arbolada con naranjos, mas tres cuerpos claramente identificados, constituidos por un volumen central de alturas generosas, donde se alojan el acceso, la tienda óptica y zona de espera, complementado lo anterior por dos volúmenes longitudinales laterales donde se alojan los servicios de consultorios y finalmente un jardín posterior coincidiendo con el volumen central. En la primera etapa solo se cuenta con uno de los volúmenes alargados de consultorios.
El volumen complementario se construirá en una segunda etapa. El criterio planteado es que desde su inicio, se perciba el proyecto como funcional y autosuficiente. Como necesidad estricta de programa, los volúmenes de consultorios se solicitaron ciegos de luz natural, para que la funcionalidad de las consultas en ellos sea eficiente, como lo requiere la adecuada operación de la especialidad, en tanto que el volumen central por el contrario, es pleno de luz natural y transparencias, regulando las incidencias del sol y sus ganancias de calor. A través de este espacio central, fluyen visualmente de manera continua, las presencias de la Plaza de Acceso y el Jardín Posterior.
En el criterio conceptual del proyecto prevalece la idea de que la Clínica cuente con personalidad propia, incluyendo su compromiso de correspondencia necesaria con los tiempos actuales, pero que además en algunos detalles y uso de materiales, como lo es el uso del tabique vidriado aparente de color arena y en algunos tratamientos paisajísticos de la plaza frontal de acceso, recuerden a la distancia su afinidad con el proyecto de la Ciudad Universitaria de los años cincuenta, ubicado al sur de la capital de la República Mexicana. Tomando en cuenta de inicio criterios funcionales, formalmente se plantea un claro contraste entre la masividad cerrada, ciega, tendiendo a la abstracción funcionalista de los volúmenes de los consultorios, respecto a las transparencias, continuidades espaciales y expresividades de los detalles constructivos, que forman parte de los componentes estructurales del volumen central, sobretodo tomando en cuenta el detalle de sus conexiones, que se muestran en su condición aparente, como buena parte de los componentes metálicos que constituyen la materialidad total de este lugar.
En lo que tiene que ver con la plaza de acceso y el jardín posterior, la inclusión de naranjos deja ver la intención de crear antes que nada un lugar, identificable, abierto, confortable, sombreado, procurando además secuencialmente calidades vivenciales, relacionadas con los aromas que se desprenden de los naranjos, sobretodo por las noches, incluyendo la oportunidad de disfrutar sus frutos libremente en cada temporada. Finalmente, desarrollar proyectos para la UNAM siempre es un privilegio compartido, en el que participan haciendo equipo, desde luego en primera instancia los usuarios, a lo que se suman los expertos asesores conocedores del tema, desde luego proyectistas y constructores y todos los responsables involucrados en la dirección, administración y supervisión de las obras.